jueves, 6 de noviembre de 2014

Confesiones de una vieja de más de 30

Estoy en un bar. Sin querer escucho la conversación de una chica y un chico. Tienen 20 años y se nota que es una cita porque los dos están incómodos y tratan de llenar los silencios. La conversación va y viene. Facultad, idiomas, viajes, algún proyecto de trabajo. En un momento ella le dice que en 7 años se imagina casada y con hijos, porque ya va a tener 27. Él se ríe. Le dice que no, que para qué, que primero hay que vivir y que hijos después de los 30. Ella se escandaliza. A los 30 voy a ser una vieja, le dice casi gritando. Yo me río. Me río y me quedo pensando. En algún punto los dos tienen razón.