viernes, 11 de julio de 2014

La vida es un boomerang

José fue ese abuelo que acunó a Martín con canciones desafinadas llenas de palabras tiernas, que caminó despacio respetando el paso atolondrado de sus piesitos chuecos, que jugó y rió en el piso como si tuviera 60 años menos, que lo acompañó sin juzgarlo en cada etapa de su vida y lo escuchó mucho, hablándole sólo para hacerle saber que ahí estaba y que lo quería con el corazón.
Mucho después fue Martín el que lo acompañó a José, caminando a su lado con pasos lentos, siempre con una sonrisa de admiración y cariño. No porque le estuviera devolviendo el favor, sino porque no sabía ser de otro modo.

Para aquellos que creen que todo vuelve en la vida.

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